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Ensayar con un instrumento musical en casa y no hacer caso a los agentes de policía puede salir muy caro: el pasado 13 de julio a media tarde, un niño de siete años estaba ensayando con su trombón en su casa de Tarragona cuando la Guardia Urbana se personó en su domicilio. Habían recibido diversas llamadas de los vecinos quejándose del ruido que producía el instrumento y acabaron imponiendo a la familia del menor una multa de 800 euros por exceso de ruido.
Los hechos ocurrieron a las 18.30 horas y los agentes argumentaron que el niño había vulnerado la ordenanza municipal de civismo, que fija como falta grave hacer caso omiso de las reiteradas recomendaciones de la policía. La multa podría haber alcanzado los 1.500 euros.
Según la Guardia Urbana, el conflicto no es nuevo, se remonta al año pasado, al 20 de julio de 2010, cuando unos vecinos se quejaron del fuerte sonido que producía el niño cuando ensayaba. El trombón provocó un auténtico conflicto entre los vecinos y la familia del menor. Tras la mediación municipal, en octubre los padres del niño y la comunidad de vecinos llegaron a un acuerdo y fijaron unos horarios de ensayo. Sin embargo, un mes después los agentes comprobaron cómo el problema con la comunidad persistía y ofrecieron alternativas a la familia, como ensayar en el sótano del domicilio o tocar el trombón con sordina. Al parecer, el niño se negó a esto último.
El menor acude a clases en el conservatorio. Sus padres, que denunciaron el caso en la emisora RAC-1, han explicado que el niño solo ensaya "por la tarde", nunca por la noche, y que el año pasado "sacó un 9" en los exámenes musicales. La familia aún no ha pagado la sanción y ha presentado alegaciones ante el Ayuntamiento de Tarragona.
El Pais
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