Se puede querer a un pueblo así...
que se quiere...
que se une...
que disfruta de sus fiestas patronales...
que rememora hazañas ancladas en
los genes...
que ganaron para si, para ti y para mi esta tierra...
me parecen invencibles todos juntos y hermanados...
con su cara cándida asomada al balcón...
con esa sonrisa permanentemente ingenua y santa, la monjita...
o la “duquesa” o cualquiera mas...
los arcabuceros ordenadamente esperan en la plaza...
jóvenes y lozanas las mujeres y las mozas vestidas en oro bailan...
panderetas en sus manos coreografiás extintas...
las madres abandonan con sus hijos la plaza...
menudo estruendo,los arcabuceros...
disparan alegría, antaño ira...
ajenos los gitanos, pasean sus carros llenos, de juguetes y de dulces...
la pólvora quemada llueve...
esperando lo peor manguera en mano el operario nervioso otea...
dispara el capitán el arcabuz al cielo, retumba el aire, retumba el suelo y retumbo yo metido en medio...
se tapa los oídos con los dedos la mocita...
los ojos del viejo se clavan en los míos...
la casa antigua amiga mía, hace así, como el que jira la cabeza y se aparta...
el humo blanco y espeso vuela y gana altura...
se puede querer un pueblo así...
que se quiere...
que se une...
que disfruta de sus fiestas patronales...
que rememora hazañas ancladas en los
gentes...
que ganaron para si, para ti y para mi esta tierra...