Segundo día de mona...

Esa tarde decidimos dar un paseo por el campo…
Es el segundo lunes de mona y aquí en elche es día de fiesta…
La tarde era soleada y decidimos subir por el barranco que acaba en mesalina…
No habíamos ido muy lejos cuando sonó un primer trueno de la tormenta que sin darnos cuenta se nos había echado encima…
Como a unos cientos de metros habíamos pasado el puente de la circunvalación de elche alicante, la que comunica con el polígono de salinas…
Retrocedimos corriendo con el fin de que no nos callera encima el chaparón…
Ella corría unos metros detrás de mí y no paraba de mirar las paredes del barranco con miedo y eso hacía que llorase…
Yo intentaba quitarle importancia y hacerle comprender que estábamos haciendo lo normal al correr y que no había nada que temer, pero era un poco inútil la cosa…
Empezó a llover o mejor dicho a diluviar mientras ella sentada en mis rodillas y yo sentado creo que en una piedra grande la trataba de consolar bajo el puente…
Me preguntaba que porqué no seguíamos camino a casa…
Pero era incluso peligroso caminar bajo aquella tormenta que amenazaba incluso con descargar una granizada además de estar muy cargada de electricidad…
La verdad es que tenía miedo de que un rayo pudiera penetrar bajo el puente y nos pudiera herir o algo peor…
Traté de sacarla un poco del drama en que nos habíamos metido aquella tarde y recordando una anécdota de cuando desahuciaron a la familia de Montserrat Caballé y pasaron la noche al raso en plaza Cataluña traté de engañarla…
Mira le dije…
Ten en cuenta que somos muy afortunados de poder estar aquí bajo este puente y poder ver de tan cerca esta tormenta tan fabulosa…
Ella me contestó sollozando y sin dejar de mirar al horizonte en dirección a nuestro edificio…
Si que somos afortunados…
Pero seriamos mucho mas afortunados si estuviésemos ahora en nuestra casa...
No me esperaba esa respuesta y me quedé sin palabras…
No paraba de llover y el torrente que al principio era un hilillo de agua amenazaba con convertirse en un río o peor aún que bajase una riada y nos pudiera llevar a los dos…
Gracias a Dios pasó la tormenta y de nuevo salió el sol como si nada hubiera pasado…
Como por el barranco ya no se podía continuar, no solo por el torrente de agua y el barro, sino por la posibilidad de que bajase una riada, decidí trepar por entre los dos puentes de la vía parque…
Fuimos a salir en medio de la vía y tuvimos que cruzarla para alcanzar la acera…
Nos manchamos un poco de barro pero prácticamente nada y nos encaminemos hacia nuestra casa…
El primer coche que pasó se nos quedó mirando iba una pareja de unos 50 años de edad la mujer le dijo algo a su marido pero no pararon…
El siguiente coche lo conducía un hombre más o menos de mi edad, le alcé la mano para que parase y paró un poco mas adelante…
Recuerdo el sitio y lo recordaré siempre, porque justo en frente hay un corral en el que guardan cabras, cada vez que pasamos se lo recuerdo o me lo recuerda mi hija…
El señor que nos recogió se ofreció a llevarnos y lo hizo hasta la misma puerta de nuestra casa…
Le comentaba nada mas recogernos la peripecia y que la niña empezó a llorar…
De alguna manera el hombre se imaginaba el embolao en el que nos habíamos visto envueltos y por lo que estaba pasando yo en ese momento ya lejos de aquel peligro o aquella incertidumbre...
Tranquilo ya a pasado me dijo, cuando se me hizo un nudo en la garganta y no pude continuar explicándole…