Tengo en mi mano un ramo de flores, de todos los colores, amarillas, blancas, azules y violetas, rosas, rojas y naranjas margaritas…
Pinto de colores y de luz, y con sus fragancias dulces mi estancia…
Desaparecen difuminadas, en el reflejo de un pestañeo y se queda la habitación a oscuras…
Cuando muevo mi mano con el ramo cogido, la sigue un arco iris, y si paro, se queda todo otra vez a oscuras…
Mancho de salpicaduras las paredes y el techo, cada gota de su pintura asemeja un lucero, en la noche oscura…
Pero solo tengo un papel en blanco en la pantalla de mi ordenador, y mi fiel amigo ventilador…
Es solo que con las palabras se puede hacer magia, crear figuras y fragancias, crear espacios desconocidos…
Y se puede hablar de amor, y de cariño, donde solo hay vértigo y espanto…