Hemos ido en familia al estreno de SPIDER-MAN, el hombre araña…
Salimos media hora antes del comienzo, de la sesión de las veintiuna treinta, así que íbamos un poco con el tiempo justo…
Cuando lleguemos ya nos estaban esperando mi yerno y mi hija embarazada de cuatro meses de mi nieta…
Aun así y aunque mi hija había comprado palomitas de colores a mí me apetecían palomitas de las normales, con sal, compré un cartucho de los más grandes, sin refresco…
Cinco, nosotros tres, más mi hija y mi yerno, y mi nieta en la barriga de mi hija, seis…
No levanté la cabeza al entrar en la sala, estaba todo completamente lleno, menos nuestros asientos en el centro, más dos de separación por el coronavirus, nueve asientos vacíos, supongo que habría cierta expectación por ver de quiénes eran las butacas teniendo en cuenta que las entradas se rifaban, todo el mundo quiere ir al evento…
Yo, no me percaté en absoluto del ambientillo friki…
Se apagaron las luces y comenzaron los adelantos de otras películas y los anuncios, mi hija pequeña me decía, te vas a comer las palomitas antes de la película, tal era mi expectación…
La cosa es que una vez empezó no es que me dijera mucho, le decía estirando los brazos con las palmas hacia arriba pulgares aciafuera y la cara con una mueca…
En eso que pasó algo a lo que todos los frikis reaccionaron al mismo tiempo, aproveché para dispararme en la sien con la mano en forma de pistola…
Todo son guiños a los más adeptos, pero la tormenta iba cada vez a peor…
Me duermo, me duermo, los ojos de vez en cuando se me cerraban pensando en cosas que en sueños tienen todo el sentido, y al recordarlas resultan del todo incongruentes…
Me quería salir al bar, me salgo y luego vuelvo, pero es que me daba vergüenza ponerme de pié, salir de mi fila, bajar por las escaleras, cruzar la sala para poder salir, qué pensarían de mí, no quería aguarles la fiesta…
Así que, no sabía cómo ponerme, por cierto que ahora los cines tienen más espacio entre filas de butacas y se pueden estirar las piernas un poco más…cómo había una butaca vacía a mi lado por el coronavirus echaba una de mis piernas para ese lado, la otra un poco doblada la apoyaba con cuidado en el respaldo delantero…
Dios que tostón, se me cerraban los ojos de vez en cuando, en una de esas se ve que ya me quedé un poco dormido, me sorprendía cuando cuchicheaban sobre esa circunstancia mi familia, mi mujer y mi yerno, mi hija, la embarazada y mi otra hija…
La frikilada mantenía una especia de comunicación con el resto de la sala mediante exclamaciones sorpresivas o palabras cortadas y risas…
El friki de mi costado, butaca por el medio vacía por la del virus, no se pudo sentar con la que aventuro sería su novia, una lolita, descubrí cuando se dio la vuelta en una de esas, para contactar visualmente con su pareja o amigo, el más friky…
Allí estaba representado todo ese mundo, Peter Parker estaba sentado en mi fila, en personas, era él…
La sala parecía la noche de los disfraces de la MARVEL, el espectáculo se encontraba al otro lado de la sala, de espaldas a la pantalla…
A eso qué, ocurrió un asuntillo que no os voy a desvelar, a lo que exclamó mi compañero de fila, ¡LO SABÍA! Dirigiéndose a su lolita y a mí un poco alto de volumen, más bajo para el resto de la sala, no podía reprimir sus impulsos, ni ella, ni el resto de la sala, era un todo, a ver, lo que para mí era una burrada cada vez mayor…esta gente no tiene límite…
De verdad que allí todos iban disfrazados de algo, lanzando telarañas o encaramados a la paredes o al techo…
Pero qué risa luego, de camino, o cuando comentábamos en casa…