Alá es grande…
Sólo hay un único Dios…
La llamada al rezo Musulmán es un mantra profundo y ronco que llega al corazón…
O al menos eso es lo que he sentido cuando el otro día y por casualidad tuve que ir a dar la luz para el último rezo del Ramadán a eso de las siete…
Supongo que todos hemos escuchado la llamada al rezo alguna vez, así desde la distancia…
A mí me tocó escuchar una versión más casera y cercana, con mucha más esencia, como la comida que hacen para si los cocineros, más sencilla y a la vez más cargada y llena de matices, secretos y sabor…
Hay que decir que la llamada al rezo se compone de un conjunto de recursos, no sólo musicales, es algo mucho más profundo, es una vibración, un cántico grave que modula el aire, que lo recorre todo a su alrededor penetrando la mente y provocando la paz interior…
Es algo parecido a los cánticos repetitivos Budistas o incluso a las Saetas sentidas y nuestras de Semana Santa…
No sé si por casualidad la Semana Santa y el Ramadán coinciden en el tiempo, pero la cosa es que he tenido que poner focos para alumbrar los pasos de la Semana Santa y con muy pocos días de diferencia he tenido que dar la luz para que enchufen sus equipos de megafonía en la llamada al último rezo Musulmán en su Semana Santa…
Por unos o por otros siempre me toca a mí tener que trabajar…